
22 Abr El día de la tierra (FILANTROP)
Hoy, miércoles, 22 de abril, se celebra en todo el mundo el Día de la Tierra.
Esta de 2020 es, además, una edición más especial todavía, ya que se cumple su 50 aniversario.
El Día de la Tierra es una jornada para la reivindicación de la sostenibilidad, la defensa del medio ambiente y, en general, todas las iniciativas y actuaciones en favor de la naturaleza.
Como, por ejemplo, los procesos de producción ecológica y los comportamientos de consumo responsable por los que tanto abogamos en Filantrop, que suponen en un impacto medioambiental muy inferior al de la fabricación en la moda tradicional.
Que la sociedad en su conjunto y, en particular, la industria textil adquieran conciencia de la necesidad de preservar el medio ambiente constituye un objetivo fundamental de cara al futuro… Pero, ¿qué hace a Filantrop una marca sostenible?
En primer lugar, su apuesta por la implantación de procesos de producción ecológica. Esto únicamente es posible gracias a materiales como el poliéster reciclado, que permiten dar una nueva vida a las toneladas de plástico que se desechan cada año. También a los tintes naturales y el algodón orgánico (certificado GOTS). De esta manera, se consigue un tejido más puro y saludable. No sólo para el planeta, sino también para el consumidor final, gracias a la superioridad en calidad y confort de las fibras naturales frente a las sintéticas.
Concretamente, el teñido es una de las fases más contaminantes de la producción textil, ya que consume grandes cantidades de agua. Los procesos industriales requieren alrededor de 150 litros por cada 1 kg de tela. Además, sus aguas residuales son altamente contaminantes. El uso de pigmentos biodegradables, que no incorporan químicos tóxicos, y técnicas como el teñido en bruto de la bobina de tela que lleva a cabo Filantrop, al requerir menos agua, generan un impacto mucho menor.
Por otro, el hecho de que Filantrop fabrique sus prendas en España y Portugal. La producción local, de proximidad, a pequeña escala, supone beneficios a nivel ecológico y humano. A la laxitud de las leyes de protección del medio ambiente de los países de destino de la deslocalización textil, en los que se fabrica la mayoría de la ropa que se vende en el mundo, se suman las condiciones tan precarias en que trabajan los empleados de sus fábricas.

En este sentido, reducir distancias es también fundamental a fin de disminuir emisiones de CO2. Porque, ¿de qué sirve fabricar una camiseta con materias orgánicas, usando procesos respetuosos con el medio ambiente, si luego tiene que recorrer miles de kilómetros hasta llegar a su comprador?
Respecto a embalaje y packaging, el deseo de contribuir a dejar un mundo mejor a las futuras generaciones pasa por el minimalismo. En el caso de Filantrop, con la reducción a lo estrictamente necesario de los plásticos y cartones en sus pedidos y la utilización de materiales reciclados o que permitan un segundo uso. Menos es más.

Y, por último, su fomento del consumo responsable y de la inversión en básicos: prendas atemporales que no pasen de moda, de calidad premium, que resulten duraderas, en contraposición a la moda de usar y tirar y el consumismo irracional e insostenible.
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